lunes, 2 de octubre de 2017

¿Acné en gatos?

¿Sabías que existe el acné felino?

Yo no sabía que existía hastas que lo leí y es más común de lo que parece.

En la mayoría de los casos son afecciones leves que pasa desapercibida, pero puede ser difícil de tratar.

El gato tiene dos tipos de glándulas en la dermis: las sebáceas y las sudoríparas. Las primeras están asociadas a los folículos pilosos y segregan sebo para impermeabilizar los pelos y mantener la flexibilidad de la piel.

Además, hay un grupo de glándulas sebáceas más grandes localizadas en ciertas áreas: la barbilla, los labios, la base de la cola, los párpados, y en los machos el escroto y el prepucio. La secreción en estos casos está relacionada al marcaje territorial. Por ello, por ejemplo, un gato se frota la barbilla contra una persona o un objeto.

Cuando hay una presencia excesiva de grasa en la piel y en el pelo (sobre todo en el mentón), se ven capas claras amarillentas (en gatos blancos), o material negro y grasiento que parecen heces de pulgas. Esta es una de las señales más importantes de acné felino, el cual puede producirse en varios grados de más leve a más severo.

Si bien no se conocen las causas que originan este problema, puede representar una complicación en la salud del animal. El acné felino aparece a cualquier edad, no importa la raza ni el sexo. Cuando el cuadro es leve, vemos que tiene una especie de “espinillas” porque los folículos pilosos se taponan y forman comedones.


Los granitos en los gatos pueden causar una infección bacteriana que inflama los folículos. Esto da lugar a la formación de pápulas y pústulas que exudan pus. En casos aún más graves de acné felino se produce un piodema. Aquí los ganglios se inflaman y el animal puede sentirse muy afectado.
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